La oración: Una forma de experimentar a Dios

El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.

Salmo 145:8 (NVI)

Relacionarse con Dios es un acto de la mente y el espíritu. Es un acto de la mente porque nuestro deseo e intención de relacionarnos con Él inicia en nuestro cerebro. Es un acto del espíritu porque Dios es Espíritu (Juan 4:24). La manera en que interactuamos con Dios implica desarrollar prácticas, acciones o hábitos espirituales que nos ayudarán a acercarnos más a Él. Entre las disciplinas espirituales de la fe cristiana, la oración tiene un espacio significativo. Pero ¿qué es la oración?

"Piensa a menudo en Dios, de día, de noche, en tus negocios e incluso en tus distracciones. Él está siempre cerca de ti y contigo; no lo dejes solo". - Brother Lawrence

1) La oración es hablar con Dios

La oración es comunicación. Es una comunicación con Dios. Es una comunicación constante con Dios. A través de la oración, le expresamos a Dios nuestros pensamientos, emociones, cargas, gratitud, arrepentimiento, devoción, dudas, alegrías y mucho más. Una de las ventajas de hablar con Dios es que podemos ser totalmente honestos con Él. No hay necesidad de ajustar o modificar nuestras palabras. Con Dios estamos en la libertad de ser nosotros mismos.

Hablar con Dios nos permite desarrollar una relación con Él basada en la confianza. A medida que aumenta nuestra confianza en Él, encontraremos paz, guía y alivio.

2) La oración es escuchar a Dios

Cuando oramos no solo compartimos con Dios lo que nos inquieta, sino que, nos disponemos a escucharlo. La oración nos prepara para recibir la respuesta de Dios, ya sea “Sí”, “No” o “Todavía no”. Tal vez te preguntes, ¿cómo puedo escuchar a Dios? ¡Fácil! Una de las maneras en que podemos escuchar a Dios es leyendo y meditando en la Biblia.

La Biblia registra cómo Dios, por medio de sus acciones y su sabiduría, nos ayuda a superar los retos en la vida. ¿Tienes una Biblia en tu casa? Si no tienes, ¡adquiere una o descárgala en tu celular inteligente!

Una vez tengas tu Biblia, busca en internet estrategias para leer y meditar en ella. También, puedes acercarte a tu pastor(a) o hermanos(as) de la iglesia y preguntarles cómo han logrado escuchar a Dios por medio de la lectura y meditación de la Palabra. O, simplemente, ¡descubre y crea tu propia manera! Te sorprenderás de lo claro que Dios habla a través de su Palabra.

Palabras finales

La oración es fundamental para la vida cristiana. Es una forma para practicar tu fe y acercarte a Dios. ¡No esperes más y comienza a comunicarte con tu Creador!

Si te interesa continuar aprendiendo sobre la oración, suscríbete a nuestro blog, ya que que continuaremos profundizando en este tema en nuestra serie titulada: Las herramientas del creyente para acercarse a Dios.

Da un salto de fe

Si llevas un tiempo sin orar o si es tu primera vez orando, separa un momento para hacer esta oración:

Amado Dios y Creador mío,

Te alabo porque eres digno de toda alabanza. Tu Palabra, en el Salmo 145:18, establece que estás cerca de quienes te buscan. Gracias por inspirarme a hablar contigo. Gracias porque puedo decirte cualquier cosa que tenga en la mente y el corazón. Ayúdame a retomar (o empezar) y mantener una conversación constante contigo. Guíame a través de tu Palabra para poder escucharte. Te amo, Dios. Oro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.

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